Durante toda su vida, Claudia Andujar ha estado interesada en los aspectos antropológicos de la imagen fotográfica. A través de sus innovadoras formas de representación se ha aproximado a diversos grupos sociales y a sus modos de vida, tanto en las grandes urbes como en las profundidades selváticas de la Amazonia.
Nacida en 1931 en Neuchatel, Suiza, Andujar vivió con su familia en varias ciudades europeas escapando de la persecución nazi que condujo a su padre y a sus amigos a los campos de exterminio. Luego de aquella infancia errante, y tras vivir en Nueva York durante nueve años, en 1955 se instaló en San Pablo, donde comenzó sus estudios de fotografía. En 1970 la revista Realidade la envió al Amazonas para hacer un reportaje sobre la región. Allí entró en contacto con los yanomami, y su vida y su trabajo cambiaron para siempre. Su interés por esta etnia, por su cultura y, en general, por la cuestión indígena en el Brasil, la convirtió en una activista a favor de los derechos de los aborígenes de la región.